Virginia Feito, la escritora española adorada por Hollywood, presenta ‘Victorian Psycho’: “Quería que el lector sintiera que le estaban acuchillando”

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La escritora Virginia Feito publica su último libro 'Victorian Psycho'. (Helena Margarit Cortadellas)

Acaba prácticamente de comenzar su carrera literaria y ya ha conseguido que se vayan a adaptar al cine sus dos novelas publicadas. ¿El secreto de Virginia Feito? Escribe en inglés, cuenta con un agente en Estados Unidos y sus historias están plagadas de turbiedad y de complejos personajes femeninos que son un auténtico caramelo para las actrices de Hollywood.

Su primera obra, La señora March (Lumen), se convirtió en un verdadero acontecimiento internacional que rebasó cualquier clase de expectativa. Se la comparó con Patricia Highsmith, con Shirley Jackson y, aunque las expectativas estaban muy altas después de ese debut, ahora acaba de publicar la confirmación de su talento para componer atmósferas truculentas, que la ‘emparentan’ con el estilo gótico británico que ella tanto admira, y construir personajes femeninos realmente subversivos.

Su nuevo trabajo se titula Victorian Psycho (inevitable evocar American Psycho de Bret Easton Ellis) y gira en torno a una institutriz en la época victoriana, Winnifred Notty, que llega a la mansión de Ensor House para cuidar a los niños de un matrimonio y que esconde un irremediable impulso asesino.

Amor por el género gótico

La escritora Virginia Feito publica su último libro 'Victorian Psycho'. (Helena Margarit Cortadellas)

-Pregunta: ¿Por qué decidió escribir en inglés?

-Respuesta: Siempre he escrito en inglés. He estudiado en colegios británicos y americanos cuando mi familia vivía en el extranjero y me relacionaba con gente que no hablaba español. Éramos niños de todo el mundo y el único idioma al que nos aferrábamos era ese. También veía muchas películas y series en inglés. Es un idioma que me encanta, me parece mucho más fácil de moldear, de amasar a la hora de escribir. El castellano me intimida mucho, me da la sensación de que cometo fallos gramaticales. No acabo de entender bien el complemento indirecto, por ejemplo, esa es mi excusa.

-Ha comentado en diferentes ocasiones su amor por la literatura victoriana, por el género gótico. ¿Cómo empezó esa afición?

-Desde que era pequeña leía a Dickens, mi padre era un fan loco de Dickens. Y veíamos versiones de Cuento de Navidad, las chungas, las de blanco y negro, no las de los Muppets, que también está muy bien. También descubrí El jardín secreto, que comienza con una niña sola en una casa después de que todo el mundo hubiera muerto por el cólera. Eso a mí me fascinaba. Luego estudié en Londres y pude adentrarme en la literatura gótica. Además, estaba rodeada de niebla, de poca luz y cruzaba el cementerio para ir a clase. Miraba por la ventana y me sentía como un personaje sacado de la imaginación de las hermanas Brontë. Me gusta el gótico porque es acogedor y terrorífico. Supongo que me atrae la oscuridad y la belleza espectral.

-En Victorian Psycho, la protagonista genera a su alrededor una espiral de violencia y asesinatos de lo más incómoda y atroz. ¿Se puso algún límite?

-La verdad es que en esta ocasión me he quedado a gusto. No se salva ningún personaje. La novela está contada desde la mente distorsionada de esta mujer, la señorita Notty, y ella solo ve el mal y el asco. Así que el reto era adentrarse en su cabeza, que solo aprecia el horror. Al fin y al cabo es una sátira a la que le he subido el nivel de revoluciones, exagerando las situaciones ridículas y grotescas.

-¿No le daba miedo que el lector sintiera rechazo?

-En el fondo me autocensuré un poco. Hice un primer borrador que era horrible y en el que no había ningún tipo de esperanza para el lector. Entonces varias personas de mi entorno y mi equipo americano me sugirieron que quizás el lector no merecía todo eso, que era un castigo terrible. Lo estuve pensando mucho y le di un tono menos desesperanzador y que la experiencia tuviera un poso de liberación.

-Sin embargo, los niveles de violencia siguen siendo muy altos.

-Yo quería que el lector sintiera que lo estaban acuchillando constantemente, esa era básicamente mi intención inicial.

-Sus personajes son mujeres, pero con graves trastornos psicológicos. ¿Por qué?

-Creo que en ficción hay poca representación de mujeres psicópatas. Necesitábamos inclusión y un buen referente [bromea… o no]. Cuando se representa a asesinas, suelen ser más sutiles, utilizar venenos y estas cosas, matar a bebés con almohadas. Pero, ¿qué pasa si una mujer actúa como un hombre matando? ¿Cómo lo vería el lector? ¿Lo justificaría? Quería probar estas cuestiones.

-Y, ¿con qué se ha encontrado?

-Solo con preguntas. Es verdad que la mujer lo ha pasado fatal históricamente, ha sufrido abusos y machismo. Pero no quería justificar lo que hacía el personaje. Para mí es una villana en toda regla. Pero en el fondo me cae bien, porque todos los demás a su alrededor son despreciables y abusivos. Así que ella es mala y ya está, aunque tiene bastante sentido del humor.

-¿Quizás por esa razón hay guiños para romper esa pared a través de las alusiones directas al lector?

-Quería que participase. Porque todo era como incómodo, raro, así que quería que se estableciera una relación, que ella contase su ‘mierda’, aunque nos manipulara un poco.

-Supongo que le habrán preguntado mucho con la relación con American Psycho, de Bret Easton Ellis. En ella el monstruo surgía de la propia sociedad descompuesta en un momento muy concreto de los Estados Unidos. ¿Hay aquí alguna pretensión al respecto?

-Sí, pero no es lo mismo. Easton Ellis estaba hablando en tiempo presente, haciendo un comentario de la actualidad. Y yo me remonto a una época que no necesariamente importa. Pero como fan que soy del género victoriano gótico, me apetecía mucho cogerlo y darle una vuelta, abrir sus tripas. Es curioso que se haya romantizado tanto una era donde había tanta miseria, me parece muy irónico. Así que, de alguna manera, esto es una especie de parodia. Además, conecta con algunas hipocresías que subsisten en la actualidad que no dejan de ser decadentes y ridículas, como hacernos selfies con la tumba de Tutankamón, que yo misma me hice cuando viajé a Egipto estas Navidades. Y ahí estamos.

Una escritura muy cinematográfica

La escritora Virginia Feito publica su último libro 'Victorian Psycho'. (Helena Margarit Cortadellas)

-Su escritura es muy visual. No sé si lo hace desde un punto cinematográfico.

-No sé escribir de otra manera. Tengo que imaginármelo todo como una película. A mí me encanta el cine. Sé que son lenguajes diferentes, pero a mí me ayuda entremezclarlos. Porque a veces te limitas a ti misma pensando que estás escribiendo una novela. ¿Y si fuera un guion? ¿Por qué no? Me gusta introducir recursos visuales en una escena literaria.

-Pero, ¿cree que todo lo que escribe se puede trasladar a la pantalla?

-Es cierto que, en lo que se refiere al género de terror, si se hace muy explícito puedes caer en la pornografía de la violencia. Hay ciertas cosas que en el cine no se pueden ver y que escritas suenan de otra manera, es verdad.

-En ese sentido, Victorian Psycho va a ser adaptada y se encuentra en proceso de preproducción. ¿Cómo se siente al respecto? Y La señora March también está en preparación…

-Yo creo que a la gente del cine les gustan las novelas fáciles de visualizar. Creo que les motiva eso más que adaptar una novela muy intelectual porque no saben bien cómo hacer. En este caso, es un reto muy interesante saber cómo van a plasmar toda la violencia que hay en el libro.

-La protagonista de Victorian Psycho será Margaret Qualley… En principio no se parece mucho a cómo está descrita la señorita Nutty.

-Yo la veo totalmente. Sí, es demasiado guapa, pero esto es Hollywood. Creo que ella le encontrará el punto al personaje. De hecho, una de las escenas del final del libro, la escribí basándome en el anuncio de Kenzo que dirigió Spike Jonze, así que, de alguna forma, todo tiene sentido.

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