Hace cinco años, cuando la Dra. Risa Kagan ofreció testosterona a mujeres posmenopáusicas cuyo deseo sexual había desaparecido, la ginecóloga obstetra de Berkeley tuvo pocas respuestas. Las mujeres desconfiaban de utilizar lo que creían que era una hormona sexual masculina, recuerda, y les preocupaba desarrollar rasgos “masculinos”, como vello corporal o una voz más grave.

Ahora, dice, “todas las pacientes vienen a preguntar”.

En todo el país, los proveedores de servicios de salud para mujeres han informado de un aumento similar en los últimos meses, provocado por influencers de la menopausia en Instagram y TikTok que promueven los beneficios de la testosterona para el bienestar. Incluso Kate Winslet elogió su poder para “volver a sentirse sexy”.

Pero en medio del entusiasmo cultural por la testosterona —y de una conversación renovada sobre cómo ayudar a las mujeres a sentirse bien durante la transición a la menopausia y más allá— se están perdiendo matices sobre el fármaco, declaran los expertos a The Times. Si bien décadas de evidencia sugieren que las dosis bajas de testosterona pueden aumentar el deseo sexual de algunas mujeres con pocos efectos secundarios, algunos defensores exageran la capacidad del fármaco para mejorar el estado de ánimo, la cognición, la fuerza muscular y la salud cardíaca y minimizan sus posibles riesgos.

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“La gente está intentando tomar testosterona para todo. Se ha convertido en la nueva droga que produce bienestar”, afirma Kagan, profesora clínica en la Universidad de California en San Francisco, que ha recetado y estudiado la testosterona en mujeres durante más de 20 años. Pero para cualquier cosa que vaya más allá de la libido, “si se analizan en profundidad los datos, simplemente no está lista para su uso en ello”.

¿Qué se sabe realmente sobre la testosterona y las mujeres? Esto es lo que la evidencia científica ha revelado sobre sus beneficios y riesgos.

1)¿Por qué las mujeres necesitan testosterona?

Se sabe bastante sobre el papel de la testosterona en el cuerpo de las mujeres, pero también hay información que aún se desconoce.

Según la Dra. Susan Davis, endocrinóloga de la Universidad de Monash en Australia y una de las principales investigadoras del mundo sobre mujeres y hormonas sexuales, los hombres tienen aproximadamente diez veces más testosterona que las mujeres, pero esta hormona desempeña un papel importante en la salud reproductiva de ambos sexos. En las mujeres, la testosterona se produce principalmente en los ovarios y las glándulas suprarrenales y, entre otras cosas, ayuda a producir un óvulo en cada ciclo menstrual.

Sin embargo, más allá de la reproducción, los investigadores siguen intentando averiguar cómo afecta la testosterona a la salud de las mujeres. Les intriga el hecho de que las mujeres tienen receptores de testosterona en todo el cuerpo (incluido el corazón, el cerebro, los músculos y los huesos), lo que sugiere que está vinculada a la salud de estos órganos, explica Davis, pero los expertos aún no están seguros de por qué ni de cómo.

En general, los niveles de testosterona de las mujeres alcanzan su punto máximo a los 20 años y luego disminuyen gradualmente con el tiempo. Según la investigación de la Dra. Davis, parecen volver a aumentar a los 70 años, por lo que “puede haber algún beneficio en la supervivencia para las mujeres mayores”, remarca.

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En algunas mujeres, a medida que disminuye su testosterona, también disminuye su libido. Pero esto no es así en todo el mundo, afirma la Dra. Davis. Las mujeres pueden tener niveles de testosterona cercanos a cero y tener un deseo sexual desbocado, mientras que otras pueden tener niveles normales o altos y luchar con una falta total de deseo.

Por esta razón, analizar los niveles de testosterona de una mujer sin saber cómo han podido cambiar con el tiempo no revela mucho sobre su salud sexual o general, coinciden los expertos, a menos que las cifras sean atípicamente altas, lo que podría indicar una afección como el síndrome de ovario poliquístico.

2)¿Cómo mejora la salud tomar testosterona?

Para algunas mujeres posmenopáusicas diagnosticadas con bajo deseo sexual, tomar una dosis baja de testosterona puede mejorar la libido, incluida la excitación, el orgasmo y la frecuencia de lo que los investigadores llaman “eventos sexuales satisfactorios”.

“Mejora la salud sexual en aproximadamente el 50 por ciento de las mujeres que lo prueban, pero no es algo así como un ‘bam, bam’“, dice Kagan. Además añade que los efectos suelen ser sutiles.

Esto se debe en parte a que la función sexual de las mujeres es compleja y la libido puede verse afectada por muchos factores: dolores, depresión y la relación con la pareja sexual, entre otras cosas, explica la Dra. Lauren Streicher, profesora clínica de obstetricia y ginecología en la Universidad Northwestern, que se especializa en la salud sexual de la mujer.

Por este motivo, muchas mujeres se benefician más de tomar testosterona junto con una visita a un terapeuta sexual. Para algunas de las pacientes de la Dra. Streicher, “la testosterona les dio un pequeño empujón, como si despertara esa parte del cerebro”, cuenta. Pero la terapia produjo mejoras más duraderas en su vida sexual.

Muchas mujeres dicen que la testosterona ha mejorado su energía, estado de ánimo, agudeza mental y fuerza muscular, junto con beneficios intangibles como hacerlas decir que “se sienten ellas mismas de nuevo” o “ven el mundo en tecnicolor”, añade Streicher. Pero la investigación sobre la conexión entre dosis seguras de testosterona y estos beneficios aún no es concluyente. En varios estudios, las mujeres que recibieron un placebo sin saberlo informaron los mismos beneficios para el estado de ánimo y la salud que las mujeres que tomaron testosterona.

“No puedo discutir lo que piensa la gente”, dice Streicher. Pero, por ahora, “los datos no respaldan que vaya a aumentar la sensación general de bienestar”.

Incluso en estudios que han demostrado el impacto positivo de la testosterona en la libido, el efecto en el grupo placebo también es muy alto , informan los expertos, lo que podría reflejar la respuesta de las mujeres al sentirse finalmente escuchadas y validadas después de años de sufrimiento.

3)¿Cómo se toma la testosterona?

La forma más segura de tomar testosterona para el deseo sexual es en forma de gel que se frota en la parte posterior de la pantorrilla o en el muslo, según las principales sociedades médicas.

Sin embargo, las mujeres enfrentan obstáculos para acceder al medicamento, ya que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) nunca ha aprobado la testosterona para mujeres, a pesar de haber aprobado 31 productos diferentes de testosterona para hombres. (La FDA aún no ha aprobado ningún medicamento para tratar la disfunción sexual en mujeres posmenopáusicas; sin embargo, ha aprobado dos medicamentos, Addyi y Vyleesi, para tratarla en mujeres premenopáusicas).

Como resultado, las opciones para las mujeres son limitadas. Pueden usar un gel formulado para hombres, dándose una décima parte de la dosis diaria masculina, usando el mejor criterio para racionar un solo tubo durante 10 días. Pueden conseguir una dosis formulada para mujeres en una farmacia de fórmulas magistrales, pero la concentración de los productos preparados suele ser menos constante. O pueden intentar importar un gel de testosterona para mujeres desde Australia, el único país que ha aprobado el medicamento para mujeres.

Ninguna de estas opciones, que cuestan $10 dólares o más por mes, está cubierta por el seguro.

4)¿Cuáles son los riesgos?

“Cuando se toma en dosis que elevan los niveles de testosterona a un nivel no superior al que se observa normalmente en mujeres premenopáusicas, los efectos secundarios son poco frecuentes”, afirma el Dr. James Simon, especialista en menopausia y medicina sexual en Washington DC y profesor clínico en la Facultad de Medicina de la Universidad George Washington. Es probable que un médico quiera analizar los niveles unas semanas después de comenzar a tomar el medicamento para asegurarse de que no estén demasiado elevados.

Sin embargo, si los niveles de testosterona son demasiado altos durante demasiado tiempo, se pueden experimentar efectos secundarios, algunos reversibles, otros no. Estos pueden incluir pérdida de cabello en la cabeza, crecimiento de vello en la cara y el pecho, engrosamiento de la voz, acné, agrandamiento del clítoris, irritabilidad y agresividad.

Los niveles altos de testosterona también pueden provocar un engrosamiento del revestimiento uterino y sangrado vaginal, y aumentar el riesgo de cáncer de endometrio, ya que el cuerpo convierte el exceso de testosterona en estrógeno.

5) ¿Se puede tomar en gránulos?

Por todas estas razones, los expertos desaconsejan que los pacientes reciban testosterona a través de “gránulos”, o cápsulas de hormonas compuestas que se insertan debajo de la piel en balnearios médicos, clínicas antienvejecimiento y consultorios médicos. Por lo general, contienen dosis mucho más altas que los geles.

Si bien el tratamiento puede hacer que las mujeres se sientan muy bien a corto plazo, también puede hacer que los niveles de testosterona se disparen y, una vez que se insertan los gránulos, no se pueden quitar. Las pacientes deben esperar a que pasen los efectos secundarios o, en algunos casos, vivir con ellos de forma permanente.

Por Danielle Friedman.