Buena parte de los ciudadanos en el país habita en edificios, donde es común que cuenten con ascensores para poder subir o bajar a las viviendas, más si viven en pisos altos, por lo que también pueden ocurrir incidentes en estos sistemas de movilidad.
De acuerdo con el último Censo de Población y Vivienda del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el 32 % de los colombianos vive en este tipo de propiedades horizontales, es decir tres de cada 10 colombianos. Este cambio en las preferencias habitacionales ha incrementado el uso de los elevadores, destacaron en el periódico regional El País de Cali.
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En el diario vallecaucano consultaron la empresa Estilo Ingeniería, especializada en transporte vertical en Colombia y otros países de América Latina, y señalaron que las fallas en los ascensores suelen deberse a tres factores principales: problemas técnicos, errores de uso por parte de los usuarios y factores externos. Entre estos últimos, los cortes de energía son los más comunes.
Para estos casos, los sistemas de seguridad del ascensor detienen automáticamente su funcionamiento hasta que se restablezca el suministro eléctrico.
Agregaron que el uso inadecuado de los ascensores también representa un riesgo significativo. Acciones como exceder la capacidad máxima de peso, saltar dentro de la cabina o intentar abrir las puertas mientras el equipo está en movimiento pueden provocar fallas graves. Estas prácticas no solo ponen en peligro a los usuarios, sino que también afectan el funcionamiento del sistema.
Por otro lado, los problemas mecánicos y la falta de mantenimiento adecuado son factores críticos. Los ascensores, al ser máquinas que operan constantemente bajo carga, requieren revisiones preventivas mensuales. Cuando estas no se realizan de manera profesional o se omiten, aumenta considerablemente la probabilidad de fallas
Prevención de incidentes
De esta manera la certificación y el mantenimiento de los ascensores se ha convertido en una prioridad creciente para los ciudadanos y las autoridades locales.
Según datos del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) de Bogotá, entre 2016 y 2019, el porcentaje de cumplimiento en la documentación de los sistemas de transporte vertical pasó del 12 % al 54 %. Este incremento refleja una mayor conciencia sobre la importancia de garantizar la seguridad en el uso de estos equipos, especialmente en una ciudad donde el número de edificaciones con ascensores sigue en aumento.
El Idiger enfatizó que saber cómo actuar en caso de quedar atrapado en un ascensor es fundamental para evitar tragedias. Este tipo de situaciones puede generar angustia e incluso desencadenar episodios de claustrofobia, pero mantener la calma y seguir los protocolos de seguridad puede marcar la diferencia.
Desde ese organismo subrayaron que los administradores y propietarios de edificios tienen la responsabilidad de garantizar el buen estado de los ascensores mediante la certificación anual. Esta certificación, regulada por el Decreto 663 de 2011, verifica que los sistemas de transporte vertical y las puertas eléctricas cumplen con los estándares de seguridad necesarios para su uso.
Entre 2016 y 2018, el Idiger incrementó a 8.645 el número de visitas para verificar la documentación de los ascensores en Bogotá.
Estas inspecciones se concentraron principalmente en las localidades de Chapinero y Usaquén, donde se encuentra la mayor cantidad de viviendas de propiedad horizontal y centros comerciales, según destacó el Idiger.
El organismo también recordó que la certificación puede ser tramitada con personas naturales o jurídicas acreditadas por el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (ONAC).
En caso de identificar riesgos en estos sistemas, los ciudadanos pueden reportarlos a través de la Línea 123 o al correo electrónico [email protected].