La figura de Diana de Gales sigue cautivando al mundo, incluso después de más de dos décadas de su trágica muerte. A lo largo de los años, no solo su historia personal y su legado han mantenido la atención, sino también todo lo que dejó atrás: sus pertenencias, sus recuerdos y, por supuesto, su hogar. Y es que, a pesar de que los príncipes William y Harry han sido siempre los nombres más mencionados cuando se habla de la familia real británica, el destino de una de las propiedades más emblemáticas de la familia de Lady Di ha generado especulación y sorpresa: la mansión Althorp.
En las últimas semanas, se ha confirmado quién será el que heredará esta impresionante finca, un lugar lleno de historia y recuerdos que, más que un simple hogar, representa el legado eterno de la princesa.
Un símbolo familiar
Althorp no es solo una finca, es un símbolo de la historia de la familia Spencer, una de las casas más antiguas y prestigiosas de Inglaterra. Situada en Northamptonshire, a tan solo 120 kilómetros de Londres, es la mansión donde Diana de Gales creció y vivió hasta casarse con el actual rey Carlos, un lugar cargado de recuerdos que la vinculan a su niñez, a su familia y a su historia. Con más de 50 kilómetros cuadrados de terreno, una arquitectura impresionante y 90 habitaciones llenas de arte, esta propiedad fue escenario de momentos inolvidables.
Pero lo que más llama la atención es que, a pesar de los lazos estrechos entre Diana y sus hijos, William y Harry, la casa no será heredada por ellos. La propiedad, tras el fallecimiento de la princesa, siguió en manos de la familia Spencer, como un acuerdo entre la familia real y los Spencer para mantener vivas las tradiciones familiares. Sin embargo, la sucesión sigue un camino diferente al que muchos imaginaron.
El heredero desconocido
El heredero al majestuoso condado de Spencer y a la histórica mansión Althorp no es otro que Louis Spencer, primo de los príncipes William y Harry. Louis, de 30 años, es el hijo del hermano de Diana, Charles Spencer, y su primera esposa, Victoria Lockwood. Aunque la figura de Diana sigue siendo un referente mundial, Louis ha preferido mantenerse alejado de los reflectores y de la fama que podría haberle ofrecido su parentesco con la princesa.
Educado en la Universidad de Edimburgo y con una formación en arte dramático, Louis Spencer adoptó el nombre artístico de Louis Lyons. Sin embargo, más allá de su carrera en la actuación, Louis ha sido desde su nacimiento el heredero legítimo del condado de Spencer. Esto significa que, en su momento, tomará las riendas de Althorp, un lugar que lleva el peso de siglos de historia.
Según un acuerdo entre la familia real y los Spencer, los príncipes William y Harry aceptaron que la casa permaneciera en manos de la familia materna de Diana, asegurando que el legado y las tradiciones fueran preservados intactos.
Louis se convertirá en el décimo conde de Spencer, un título que conlleva la responsabilidad de gestionar no solo la propiedad de Althorp, sino también las aldeas, granjas y vastos jardines que rodean la mansión. En este sentido, Louis no solo es el heredero de una casa, sino también el guardián de un legado familiar que se remonta a 1508.
Los recuerdos de Lady Di
Construida en 1508, Althorp ha sido durante siglos el hogar de la familia Spencer, y la princesa Diana pasó allí su infancia junto a sus dos hermanas y su hermano, Charles Spencer, actual propietario. La mansión ha sido testigo de innumerables momentos importantes en la historia británica, incluidos encuentros con figuras de la nobleza, como el rey Carlos I. De hecho, fue en Althorp donde Diana conoció al príncipe Carlos en 1977, un encuentro que cambiaría la historia de la monarquía británica.
Con 5000 hectáreas de terreno, Althorp tiene el tamaño de un pequeño pueblo, y es famosa por sus amplios jardines al estilo Versalles, bosques, aldeas y granjas que aún son administradas por los Spencer. Dentro de la mansión, se conserva una de las mejores colecciones privadas de muebles, pinturas y cerámicas de Europa, con piezas únicas que adornan cada rincón. Entre ellas, destacan una impresionante selección de vajilla y objetos orientales que se encuentran en las salas de exposición.
Una de las historias más conmovedoras de Althorp es la sepultura de Lady Di, quien fue enterrada en una isla en el lago Round Oval dentro de la propiedad. De acuerdo con su hermano, Charles Spencer, se eligió ese lugar para proteger su tumba de posibles vándalos, lo que le dio una protección natural y simbólica. La figura de Diana sigue siendo parte de la esencia de este lugar, y su memoria perdura en cada rincón de la mansión.
La hierba llena de colágeno y potasio que alivia el dolor articular y combate la inflamación
Los espacios más emblemáticos de Althorp
Entre las 90 habitaciones de Althorp, hay varios espacios que destacan tanto por su belleza como por la historia que encierran. Algunos de ellos incluyen:
La recepción
Un gran salón con una escalera de madera que divide el espacio en dos. En las paredes cuelgan retratos históricos, incluido uno de Diana, lo que le da un aire nostálgico al lugar.
Salón Wootton
Aquí, Diana practicaba sus pasos de baile. Este salón está decorado con un elegante piso de mármol italiano, lo que lo convierte en uno de los espacios más visitados de la mansión.
El cuarto azul
Una habitación pintada de azul claro, con alfombras estampadas y una cama con dosel floral. Es uno de los espacios más acogedores de la casa, lleno de encanto y estilo.
Habitación Marlborough
La sala Marlborough sirve como un comedor formal, con espacio para acomodar hasta 42 invitados. Lleva el nombre de Sarah, la primera duquesa de Marlborough. Una de sus nietas se casó con el tercer conde de la familia Spencer en el siglo XVI.
Salón de billar
Un salón decorado con guardas doradas en el techo, donde se encuentra la mesa de billar, que es el centro de atención de esta sala.
Con su historia, su arquitectura impresionante y sus recuerdos imborrables, Althorp es el reflejo de un legado que continuará en manos de Louis Spencer, quien se convertirá en el nuevo guardián de esta joya familiar. A partir de este momento, la propiedad, que fue testigo de la vida de Lady Di, pasará a manos de la siguiente generación, preservando la memoria de la princesa y el legado de la familia Spencer para las futuras generaciones.