Una voz socarrona, una moto que ha heredado del padre –casi siempre un magnate de alguna empresa de trapicheo y negocio sucio–, un pectoral helénico y una personalidad construida en base a las películas de acción de Tom Cruise y Sylvester Stallone. Un joven con un ego desmesurado que esconde una inseguridad mayor y una predilección por la nerd de clase: esa chica (casi siempre se lidia con una atracción heterosexual) que lee más que habla y que parece desconocer qué es un condón y para qué se usa.
Las historias de amor adolescente, romántico, tóxico y efervescente, son un clásico de la literatura y del cine. En España tuvieron su punto álgido con A tres metros sobre el cielo (2010) y la irrupción de Mario Casas en el papel de Hache, un macarrilla sin oficio ni beneficio que hace dominadas en el garaje y que se enamora de una chica que es demasiado buena para él (María Valverde). El éxito de la película, que tuvo su segunda parte con Tengo ganas de ti (2012), llevó a los jóvenes a agotar las existencias de las chaquetas de cuero.
Aunque los tiempos hayan cambiado mucho, el historial se sigue repitiendo… véase el éxito de Culpa Mía (basada en la saga Culpables, las novelas con las que la autora Mercedes Ron se ha coronado como la nueva reina de Wattpad), la película protagonizada por Nicole Wallace y Gabriel Guevara que ha insuflado una segunda vida a los tórridos romances juveniles. Eso sí, repitiendo fórmulas ya vistas, consumidas y criticadas. Precisamente eso es lo que Chloé Wallace (hermana mayor de Nicole y directora de Un cuento perfecto, la serie de Netflix basada en la novela de Elísabet Benavent) quiere revertir con Mala influencia.
“Había cosas de chico malo que trata muy mal a la chica buena que yo no quería perpetuar. Se siguen contando en pantalla y yo no deseo formar parte de esa narrativa tóxica”, ha contado la cineasta en una entrevista con Vogue España. “El quid de la cuestión del libro es que esas personas adolescentes no saben relacionarse. Pienso en cuando yo tenía 16 años y montaba unos dramas terribles. Todo lo vives tan intensamente que para mí era algo importante reflejarlo. Estás aprendiendo, tienes las hormonas disparadas y todo lo experimentas por primera vez”, ha explicado a la revista.
Aunque también ha estado detrás de la serie documental que Aitana estrenará junto a Netflix, Aitana: Metamorfosis, Mala influencia es su primera película. Basada en la novela homónima de TeensSpirit que ha triunfado en Wattpad, la historia cuenta el amor que surge entre Eros, un chico al que la fortuna no ha tratado muy bien, y Reese, de padre millonario. En medio, cuentas pendientes, celos y un secreto familiar que pondrá a prueba la atracción entre los jóvenes.
Protagonizada por Eléa Rochera y Alberto Olmo, se trata de la primera adaptación en español de una novela de Wattpad que se estrena directamente en las salas de cine. En una conversación con Antena 3, ambos actores hablaron de cuál es la particularidad de la cinta y acerca del nuevo enfoque en torno a las relaciones entre jóvenes. “Es una historia de amor adolescente con dos mundos. Con un punto de thriller por lo que le ocurre a la protagonista. Una película de este género con una visión diferente del sexo en comparación a lo que veníamos viendo hasta ahora“.
“No estoy en contra de enseñar tetas, pero quería apoyar mucho a Eléa porque era su primer proyecto y me parecía superimportante”, ha admitido Wallace a Vogue sobre el enfoque que quiso darle al relato. “Quiero que los momentos de intimidad sean realistas, aunque siempre se puede intuir y nunca voy a forzar a nadie a que enseñe lo que no quiera. No lo voy a hacer. Las escenas de sexo se pueden pensar desde otro lugar”, afirmó a la revista. “Lo han hecho los hombres toda la vida de una manera y yo puedo, como mujer, intentarlo de otra. Aunque soy bisexual, en realidad podría hacerlo de las dos”, admitía.