El domingo por la mañana, agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) realizaron redadas simultáneas en Miami, enfocadas en hogares y lugares de trabajo en el sur de Florida. Estas acciones forman parte de una estrategia para combatir la migración ilegal que ya alcanzó cifras récord, con más de 950 personas arrestadas en un solo día. Los operativos generaron opiniones divididas en una región conocida por su rica diversidad cultural.
Redadas en Miami: qué inmigrantes son apuntados
Según ICE, estas acciones buscan identificar y detener a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales o violaciones migratorias. En el condado de Broward, por ejemplo, fueron arrestados un ciudadano nicaragüense acusado de agresión agravada y un jamaiquino con cargos relacionados con drogas y armas.
Sin embargo, también hubo detenciones de personas sin antecedentes, como trabajadores de la construcción que, según testigos, estaban en plena tarea cuando llegaron los agentes.
Los operativos, que incluyeron apoyo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Justicia, son parte de una promesa del presidente Donald Trump de endurecer las políticas migratorias en su segundo mandato. Desde su regreso a la Casa Blanca, se registraron 2681 arrestos en todo EE.UU., una cifra que muestra un aumento de los operativos y las detenciones respecto de la semana anterior.
Excellent collaboration today by @HSI_Miami @EROMiami , @TheJusticeDept, and our other law enforcement partners enforcing U.S. #immigration laws and ensuring the safety of our communities. pic.twitter.com/LRWSAEqizS
— HSI Miami (@HSI_Miami) January 26, 2025
Historias de familias de migrantes afectadas en Miami por las redadas: “Vinieron y se la llevaron”
En Brownsville, un barrio de Miami, un hombre compartió con CBS News Miami la angustiante experiencia de la detención de su esposa venezolana durante una redada. “Simplemente vinieron y se la llevaron”, declaró.
Con su aniversario de matrimonio a solo días de distancia, ahora enfrenta la incertidumbre de cómo impedir su deportación. Según su relato, su esposa, de origen venezolano, llevaba varios años viviendo en Estados Unidos y contaba con una cita programada en la corte. Además, aseguró que “todo estaba bien” hasta el momento de su arresto.
Historias como esta se replican en toda la región, donde la incertidumbre predomina entre las comunidades inmigrantes. Algunos temen incluso salir de sus hogares, mientras organizaciones locales intentan brindar información sobre los derechos legales en caso de un encuentro con las autoridades migratorias.
Cómo funcionan las deportaciones
El proceso de deportación comienza con la detención del migrante, ya sea durante una redada, un control de tráfico o una visita domiciliaria. Los detenidos son trasladados a uno de los más de 100 centros de detención que ICE opera en Estados Unidos, donde esperan su audiencia o deportación inmediata. En algunos casos, los migrantes pueden ser devueltos a sus países en vuelos operados por ICE Air, que sumó aviones y equipos en las últimas semanas.
Sin embargo, este sistema enfrenta obstáculos logísticos y diplomáticos. Recientemente, un vuelo con destino a Colombia fue cancelado porque el gobierno de Gustavo Petro negó el permiso para aterrizar. Estos contratiempos, junto con la creciente demanda de recursos, generan preguntas sobre la sostenibilidad de estas políticas a largo plazo.
Aunque las autoridades justifican las redadas como medidas necesarias para garantizar la seguridad, los críticos cuestionan su impacto en familias y comunidades trabajadoras. Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes señalan que muchas de las personas detenidas viven en Estados Unidos desde hace años y que contribuyen a la economía local.