Los riñones son órganos esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano, ya que desempeñan un papel crucial al filtrar toxinas de la sangre y convertir los desechos en orina. Además, contribuyen al control de la presión arterial y a la producción de glóbulos rojos.
Aunque la mayoría de las personas nacen con dos riñones, es posible llevar una vida saludable con uno solo, siempre que este se mantenga en buen estado y según informó el portal de salud del Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés), adoptar hábitos saludables puede ser determinante para preservar la función renal y prevenir enfermedades crónicas.
Además, la Fundación Nacional del Riñón (NKF por sus siglas en inglés), señaló que es importante mantener una hidratación saludable para garantizar el bienestar general y, en particular, la salud renal.
Un líquido muy popular con beneficios desconocidos
El agua simple desempeña un papel fundamental en el funcionamiento del cuerpo humano, especialmente en el trabajo de los riñones, ya que son órganos esenciales para la eliminación de desechos y el equilibrio de líquidos en el organismo.
Según informó la NKF, más de la mitad del cuerpo humano está compuesto por agua, lo que subraya la importancia de mantener una hidratación saludable para garantizar el bienestar general y, en particular, la salud renal.
Además, señaló que la hidratación saludable se define como la cantidad adecuada de agua en el cuerpo para mantener un estado óptimo de salud, pues la falta de agua suficiente, conocida como deshidratación, puede afectar negativamente el funcionamiento de los riñones y otros órganos.
Por otro lado, un exceso de líquidos, denominado sobrecarga de líquidos, también puede ser perjudicial, ya que, de acuerdo con Mayo Clinic, “cuando bebes demasiada agua, los riñones no pueden deshacerse del exceso, el contenido de sodio en la sangre se diluye y esto se conoce como hiponatriemia, un problema que puede poner en riesgo la vida.
Según explicó la Fundación Nacional del Riñón, estos órganos trabajan en conjunto con el cerebro para regular la sensación de sed, lo que permite al cuerpo indicar cuándo necesita más líquidos. Este mecanismo asegura que las personas puedan mantenerse hidratadas de manera natural y el agua es esencial para que los riñones realicen su función principal que es eliminar los desechos de la sangre en forma de orina.
Además, ayuda a mantener los vasos sanguíneos abiertos, lo que permite que la sangre fluya adecuadamente y transporte nutrientes esenciales a los riñones. Sin una hidratación adecuada, el flujo sanguíneo puede verse afectado, lo que compromete la capacidad de los riñones para realizar sus funciones de manera eficiente.
Para quienes padecen enfermedades crónicas del riñón o insuficiencia renal avanzada, las necesidades de hidratación pueden variar significativamente. Según la Fundación Nacional del Riñón, estas personas deben seguir las recomendaciones específicas de sus médicos, ya que tanto la deshidratación como la sobrecarga de líquidos pueden tener consecuencias graves para su salud. En estos casos, el equilibrio hídrico debe ser monitoreado cuidadosamente para evitar complicaciones adicionales.
Cómo cuidar la salud de los riñones
De acuerdo con el NIH, mantenerse físicamente activo es uno de los pilares fundamentales para proteger la salud renal, por lo que aconsejó realizar actividades como caminar o bailar durante al menos 30 minutos la mayoría de los días.
Esto no sólo ayuda a mantener un peso corporal adecuado, sino que también contribuye a reducir la presión arterial, un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades renales. La actividad física regular también puede disminuir la probabilidad de padecer enfermedad renal crónica, una afección que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Otro aspecto destacado por el NIH es la importancia de controlar los niveles de azúcar en la sangre. Cuando las células del cuerpo no logran procesar adecuadamente la glucosa, los riñones deben trabajar en exceso para filtrar la sangre, lo que puede ocasionar daños graves con el tiempo. Este riesgo es particularmente relevante para personas con diabetes, quienes deben realizar controles regulares para evitar complicaciones renales.
La presión arterial alta, conocida médicamente como hipertensión, también representa una amenaza significativa para la salud de los riñones. Según detalló el NIH, lecturas constantes por encima de 140/90 mmHg pueden indicar hipertensión, una condición que puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones y afectar su capacidad para filtrar la sangre. Consultar a un médico para monitorear la presión arterial, realizar ajustes en el estilo de vida y, si es necesario, tomar medicamentos, son medidas esenciales para prevenir daños renales.
El NIH también subrayó la relevancia de mantener una dieta equilibrada y un peso saludable. Las personas con sobrepeso u obesidad enfrentan un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud que pueden impactar negativamente en los riñones. Una alimentación rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras, junto con la reducción del consumo de sal y grasas saturadas, puede ser clave para proteger la función renal.