“De golpe empezó a entrar agua, y en media hora nos llegó a la rodilla. Un rato después, en el patio, llegaba a la cintura”, rememora Ailén Pessolani de General Daniel Cerri, en las afueras de Bahía Blanca. Ella vive junto a su pareja, su hijo y más de 60 animales rescatados. Los animales que estaban afuera fueron salvados por su marido; mientras ella sostenía con un brazo a su hijo y con el otro agarraba a los perros que se tiraban de nuevo al agua por el miedo. “Se sincronizó todo para que no se ahogara ninguno, realmente fue un milagro que entre dos personas hayamos podido salvarlos a todos”.
Bahía Blanca: la historia del veterinario que volvió a su consultorio para salvar a los animales
El temporal que azotó a la ciudad de Bahía Blanca el viernes pasado dejó un saldo de, al menos, 16 fallecidos y alrededor de 100 denuncias por personas desaparecidas. Pero hay otros afectados: las mascotas. Algunas están perdidas y muchas en tránsito o adopción. Otras, están tan asustadas que no bajan de los techos de sus casas por miedo. Ante la magnitud de las inundaciones, numerosas organizaciones pusieron en marcha campañas de ayuda para la atención y reubicación de animales afectados.
Como la historia de Ailén y sus 60 mascotas, hay muchos relatos conmovedores, como el de una perra que, un día después de haber parido, fue abandonada con sus siete cachorros en un armario. O el de Coki, una perrita que quedó atrapada con su dueña, Susana de 86 años, y fueron rescatadas juntas.
“La situación es muy triste, hay muchos animales muertos y enfermos. La gente se fue y los dejó en las casas”, lamenta el rescatista Maximiliano Canziani, fundador de Fundación Proyecto Animal, que viajó a Bahía Blanca junto a la Fundación Planeta Vivo para asistir en los rescates.
Fernando Pieroni, presidente de la Fundación Planeta Vivo Argentina, también viajó a la zona del desastre para colaborar con la situación de los animales. “El día que llegamos fue todo un caos salimos con un bote y una lancha, sacábamos animales, sacábamos personas”, cuenta Pieroni.
Estas dos fundaciones armaron una base en Ingeniero White con aproximadamente 40 personas trabajando que pasan el día recorriendo la zona, relevando y acercándose a la gente que pide ayuda. Ya llevan más de 150 animales rescatados y lograron reencontrar a varios con sus familias. Aún así, Canziani explica que lo más complicado es la comunicación, debido a la poca señal e internet. Muchas mascotas aún están pérdidas o fueron encontradas, pero sin dueño. Pieroni agrega que las adopciones y las búsquedas las están manejando un grupo de chicas de la zona que trabajan en refugios.
“Por suerte, hay muchísimos voluntarios. Tenemos un grupo de WhatsApp de veterinarios que estamos todos comunicados con donaciones, viendo cuáles son los consultorios que están operativos, cuáles pueden hacer cirugía, qué horario puede cumplir cada uno”, explica el veterinario Alberto Tellarini.
Los veterinarios de la ciudad realizan visitas de emergencia y guardias temporales para atender a los afectados. Aún cuando su lugar de trabajo, la Veterinaria del Parque, fue destruida por el agua, el veterinario Martiniano Cutini pasa horas en visitas a domicilio para asistir a los animales que necesitan atención inmediata. Esta, como muchas instituciones, quedó bajo el agua, sin luz, sin agua y sin muchos insumos esenciales como remedios y vacunas.
Este es el caso también de Carolina Schvedt: su veterinaria ubicada en la calle Undiano realiza radiologías, ecografías y cirugías; pero por los cortes de luz y la pérdida de vacunas no puede atender. Ahora, ella está asistiendo a “los veterinarios damnificados y contactando a los laboratorios que están ayudando con la reposición de medicamentos y de pinturas. Todo lo que es para el arreglo de sus locales”.
La red de veterinarios –del Colegio de Veterinarios de Bahía Blanca y el grupo de Veterinarios de Bahía Blanca– se turna para ir a los lugares más afectados como Ingeniero White o Cerri y llevar alimentos o medicamentos, según lo se necesité. “Me siento muy orgulloso porque la colaboración que están haciendo todos y lo unidos que estamos y todo lo que se está ayudando, es muy sano para nuestra profesión”, reflexiona Tellarini.
“En cuanto a animales, lamentablemente, se han visto muchos muertos, flotando, animales que se han enganchado con bolsas de basura y con sogas, o que no han podido salir de sus casas”, explica el veterinario. “La gente los encontraba primero flotando y ahora los encuentra a un costado de las veredas o las calles. Es muy triste”, agrega. Pero también hay muchos animales pérdidos, deshidratados o con hipotermia porque han pasado mucho tiempo en el agua. Además, muchos presentan problemas pulmonares.
Lo que más hace falta es alimento balanceado. Otros insumos requeridos para los rescates son aceptados por las organizaciones e incluyen: antiparasitarios, bozales, correas, collares y caniles. Además, se busca gente con movilidad para repartir las bolsas de alimentos y trasladar animales; y hogares de tránsito para darle tiempo a los dueños de reencontrarse con sus mascotas.
La situación es muy triste, hay muchos animales muertos y enfermos. La gente se fue y los dejó en las casas
Maximiliano Canziani, rescatista
La búsqueda de mascotas perdidas y hogares de tránsito se realiza principalmente a través de redes sociales, especialmente en grupos de Facebook como “MASCOTAS PERDIDAS BAHÍA BLANCA” y la agrupación Cuatro Patas – Bahía Blanca, donde publican a diario avisos sobre animales extraviados y encontrados.
Para reparar parte del daño que el agua hizo con respecto a los animales, Pieroni explica que lo que queda es armar la logística para empezar a hacer llegar alimento y concentrarlo en áreas de acopio. “Para que las familias que lo perdieron todo no tengan que preocuparse con el tema del alimento de sus animales”, expresó Pieroni.
Las organizaciones abocadas a la asistencia de familias buscan agua potable envasada, artículos de limpieza e higiene personal, pañales, colchones, mantas, ropa de cama y prendas de abrigo; así como también alimentos no perecederos, calzado y velas. Elementos esenciales para garantizar condiciones básicas de salud y bienestar en medio de la emergencia.
“Gracias a Dios dejó de llover, está bajando el agua, se está restableciendo la luz en distintos sectores de la ciudad y los animales se están recuperando de a poco. Con todos los voluntarios, con todas las manos, con todas las cabezas y paciencia, de a poco Bahía va a volver a sonreír nuevamente”, señala el veterinario Tellarini.
Estas son algunas direcciones a las que se puede recurrir para colaborar con los damnificados:
- Fundación Sí (@sifundacion): recibe alimentos, ropa, juguetes y artículos de limpieza en Carranza 1962, CABA de 10:00 a 19:00. También donaciones por transferencia al alias: donafundacionsi.
- Cáritas Argentina: recibe fondos para las familias afectadas en www.caritas.org.ar/emergencia
- Parroquia Caacupe (@caacupecaballito): recibe agua mineral, alimentos no perecederos, ropa, calzado, pañales, frazadas, art. de limpieza y desinfección en Av. Rivadavia 4879, Caballito, CABA. Colocar carteles que digan Bahía Blanca. Del 10 al 12/03 de 9:00 a 11:30 y de 16:00 a 19:30. Whatsapp 11 2759 9635 (solo mensaje escrito)
- Cruz Roja Argentina (@cruzrojaarg): Brinda en las comunidades afectadas primeros auxilios, apoyo psicosocial, acompañamiento en alojamientos temporales y apoyo en el sistema prehospitalario de emergencias. Recibe donaciones por transferencias al alias donacioncruzroja.