Los mensajes de odio de Kanye West, la indignación de un famoso actor y su ruego a Elon Musk

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Con el talento no alcanza. Cada película, serie, reality show y hasta ceremonia de premiación suele repetir esa máxima para señalar que el éxito se consigue gracias a las habilidades del artista, sí, pero también por su perseverancia y su capacidad para atrapar la atención de los espectadores. Esa lección es la que Kanye West, o Ye, como hace tiempo decidió rebautizarse el músico y empresario norteamericano, está aplicando en los últimos días en su estilo maníaco, manipulador y racista. Para él aquello de que no existe la mala publicidad y que lo importante es que se hable de uno, no importa si bien o mal, derivó en una semana de acciones públicas que se volvieron más desesperadas y peligrosas con el pasar de las horas. Lo que despertó la indignación de muchos y un conflicto inesperado con uno de los actores más populares de la TV.

David Schwimmer, el intérprete conocido mundialmente por interpretar a Ross Geller en la serie Friends, hizo pública su preocupación por los mensajes de odio que West lleva días subiendo a sus redes y dirigió un ruego a Elon Musk, el dueño de X.

“Esto parece 2022. No podemos hacer que un racista trastornado deje de vociferar sus discursos de odio y su vomitiva ignorancia, pero sí podemos evitar darle un megáfono, Mr. Musk. Kanye West tiene 32.7 millones de seguidores en su plataforma, X. Eso es el doble de personas judías que existen en el mundo. Su enfermo discurso de odio se traduce en violencia en la vida real contra los judíos. No sé qué es peor, el hecho de que él se identifique como un Nazi (lo que implica que quiere eliminar a todas las comunidades minoritarias y marginalizadas, incluida la propia) o que sus ideas no generen la suficiente indignación para bloquearlo de toda red social. El silencio es complicidad”, escribió Schwimmer en su cuenta de Instagram durante el fin de semana y tras varias jornadas en las que el músico además de identificarse a sí mismo como nazi, elogió a Adolf Hitler, promocionó una remera de su marca Yeezy estampada con una esvástica, volvió a referirse a la esclavitud como “una elección de los individuos”, a criticar el movimiento #MeToo y a las modelos de talla grande.

Kanye West y Bianca Censori la semana pasada en la alfombra roja de la 67ª edición de los Premios Grammy

Sus bizarras diatribas, similares a las que había sostenido en 2022 cuando su cuenta de X fue suspendida por casi ocho meses, llegaron apenas unos días después de la puesta en escena que West armó en la alfombra roja de los premios Grammy junto a su esposa, Bianca Censori. La imagen de la modelo australiana posando para los fotógrafos con un vestido transparente que revelaba todo su cuerpo mientras el músico estaba parado- vestido- a su lado en actitud desafiante dio la vuelta al mundo. Y esa era la intención del rapero.

Según él mismo publicó, el episodio logró que su nombre se convirtiera en trending topic en las redes por encima de los galardones de la música, una posición que evidentemente intentó volver a conseguir ayer, en las horas previas al Super Bowl, el espectáculo deportivo más popular en los Estados Unidos.

Primero, el sábado por la noche se publicó desde la cuenta verificada de Censori en X un mensaje que muchos interpretaron como un pedido de ayuda de parte de la modelo. “Dios, te consagro a mi marido a ti con amor y preocupación. Ablanda su corazón, guía sus palabras y llénalo de sabiduría y bondad. Protégelo de los problemas y guíalo hacia el entendimiento y el respeto por todas las personas. Más allá de nuestras diferencias lo amo incondicionalmente. Refuerza nuestro lazo y ayúdame a ser una fuente de paciencia y apoyo para él. Confío en que tu Gracia llegue a su corazón. Dios bendiga a Israel y a todos los judíos. Amén”, decía el texto que unas horas después de ser publicado los representantes de Censori aseguraron no había sido escrito por ella e incluso que el perfil en el que se había hecho público no “pertenece a la esposa de Ye”, a pesar de llevar la marca azul que la red social adjudica a las cuentas verificadas. A raíz del incidente, aparentemente West habría desactivado su cuenta en esa red social. Aunque encontró otro modo de comunicarse con su público ayer.

Durante uno de los espacios reservados para publicidad en la emisión del encuentro deportivo de anoche, West hizo una aparición extraña en la TV, incluso para sus excéntricos estándares. El corto publicitario, que solo se emitió en el área de Los Ángeles, mostraba al músico recostado en lo que aparentaba ser un sillón de dentista. “Gasté todo el dinero de este comercial en estos nuevos dientes”, explicaba el rapero usando anteojos de sol y enfocando a su dentadura incrustada de diamantes. “Una vez más lo estoy grabando con un iPhone. Vayan a Yeezy.com”, pidió, titubeante, el músico en un aparente intento de vender ropa y zapatos de su marca. Y de llamar la atención, por supuesto.

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