Misiones: por amor, renunció a su banca de diputada para casarse con el archirrival de su jefe

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POSADAS.– Karen Fiege acaba de sacudir por segunda vez a la política misionera en apenas unos días al anunciar que renunciará a su banca de diputada provincial por el Frente Renovador de la Concordia, el partido que controla hegemónicamente Misiones hace más de 20 años.

Fiege, de 32 años, es abogada y periodista, pero fundamentalmente una militante y fanática de la figura de Carlos Rovira que en poco tiempo tuvo un ascenso meteórico, con varios cargos destacados y una notable cercanía con los peces gordos de ese espacio.

Hasta ahora ocupaba una banca de diputada y se sentaba en la Legislatura al lado del propio Rovira, un sitio que no le tocó por casualidad y que muchísimos partidarios codician: Rovira es un líder con poca cercanía cotidiana con su tropa.

Pero Fiege, que claramente tenía mucho camino y cargos valiosos por delante en la política misionera, repentinamente presentó la renuncia a su banca para casarse con Pedro Puerta, rival político de Rovira.

También diputado provincial y fundador de Activar, un partido que formó parte de JxC y hoy busca acercarse a los libertarios, Puerta es el hijo de Ramón, dos veces gobernador y presidente por 48 horas en diciembre de 2001.

A pesar de la rivalidad Rovira-Puerta, el amor se coló en esa “grieta” y generó que hoy Fiege se baje de un espacio de privilegio en la política para casarse el próximo 26 de abril con Pedro Puerta en una gran fiesta en Puerto Iguazú, en la que se esperan más de 300 invitados, algunos llegados de otro país y la probable presencia de cuatro expresidentes de la Nación: además del propio Puerta, Mauricio Macri, Eduardo Duhalde y Adolfo Rodríguez Saá, todos íntimos amigos del padre del novio.

En el caso de Macri, cursó ingeniería en la UCA al igual que el misionero, y se dice que fue Ramón Puerta quien lo introdujo en la política. Macri votó durante años en Apóstoles, con domicilio en su DNI en una casa de Puerta.

El casamiento se realizará justo cinco días antes de la apertura de sesiones de la Legislatura, pactada para el 1° de mayo cada año. Ese día, considerado el más importante en el calendario político misionero, Pedro Puerta regresará a su banca tras una licencia que duró varias sesiones y que llevó a que se especulara con su renuncia.

Pero Fiege no estará ahí, ya que una de las primeras labores del nuevo período legislativo será aceptarle la renuncia a la oriunda de Jardín América.

La renuncia de Fiege pone un poco de orden de cara a la tropa renovadora, ya que parecía insostenible que Rovira siguiera manteniendo como su ladera y protegida a la futura esposa de su archirrival.

Sin embargo, según fuentes consultadas por LA NACION, no fue Rovira el que le pidió a Fiege que renunciara, sino que habría tomado la decisión tras una charla con el titular de la Cámara de Diputados y exgobernador Oscar Herrera Ahuad, en la que reflexionaron juntos sobre las implicancias políticas de sostener la banca.

Igual, el gesto de Fiege conmovió a más de un observador de la política misionera, porque la joven de Jardin América hace lo que casi nadie en la Argentina, bajarse de un espacio de privilegio en la política. “Se jugó por amor y no hace ningún cálculo”, le contó a LA NACION una fuente cercana a la todavía legisladora.

Fiege se casará con el hijo de una de las personas más ricas de Misiones: Ramón Puerta es uno de los principales empresarios yerbateros de la Argentina.

Un amor que nació de la crisis

Pedro Puerta y Karen Fiege se conocieron hace algunos años. Tras cruzar chicanas en Twitter, Puerta invitó a Fiege a “tomar algo” y charlar, y terminaron siendo novios. Más tarde se separaron y siguieron cada uno su camino, hasta que el amor renació y fue justamente en el peor momento de Pedro Puerta.

Es que Puerta se vio envuelto en agosto pasado en uno de los mayores escándalos de la política misionera, la detención de Germán Kiczka, acusado de tráfico de Material de Abuso Sexual Infantil (MASI). Kiczka era amigo y fue promovido por Puerta, e inevitablemente quedó salpicado por esa causa, a pesar de que intentó despegarse por todos los medios. “Nunca fue mi amigo”, le dijo a LA NACION.

El casamiento de Puerta y Fiege le devuelve protagonismo político al primero, que hasta el escándalo era considerado un potencial rival importante de la Renovación, a la que cada vez le cuesta más encontrar candidatos fuertes que traccionen, tras más de 20 años de hegemonía.

Pedro Puerta era rival, sobre todo, si lograba algún tipo de alianza con Javier Milei. Algo que por ahora no aparece en los planes del armado libertario que dejaron entrever Karina Milei y Martín Menem por estas tierras.

Karen Fiege junto al jefe del oficialismo misionero, Carlos Rovira

Para entender el enorme antagonismo que hay en Misiones entre Ramón Puerta y Carlos Rovira, hay que tener en cuenta que el segundo se inició en la política prácticamente haciendo de secretario del dos veces gobernador y empresario yerbatero, al que solía cebarle mate.

Pero Rovira, que desandó sus años al lado de Puerta mostrándose callado y sin jamás revelar sus ambiciones, terminó traicionando a su mentor, armando un espacio político que juntó a peronistas, radicales, independientes y oportunistas, y se transformó en el partido provincial más hegemónico de cuantos hay en el país.

Hace ya dos décadas que Puerta quedó relegado en la política al recuerdo de lo que fue, mientras Rovira es la figura excluyente de la política misionera.

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