En la noche del miércoles 22 de enero reportaron un hostigamiento armado con cilindros bomba, o tatucos, en contra de la estación de Policía del municipio de Toribío, en el norte del departamento del Cauca, donde por el momento no se tiene reporte de civiles o uniformados afectados.
Según informaron desde el medio local Tejido de Comunicación, de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, miembros de una de las disidencias de las Farc, detonaron uno de los artefactos explosivos en el corredor vial que comunica con Tacueyó.
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Ante el estruendo, integrantes de la comunidad ancestral acudieron a la zona y hallaron a más subversivos que pretendían lanzar más tatucos contra los policías, sin embargo, avisaron a las autoridades e intentaron ahuyentarlos, aunque les respondieron con ráfagas de fusil, relataron en el periódico regional El País de Cali.
“Los mismos pobladores alertaron cuando vieron cómo este actor armado instaló varias plataformas, buscando lanzar cilindros cargados con explosivos contra la estación, de ahí que primero atacaron los uniformados con ráfagas de fusil mientras preparaban este ataque; sin embargo, la reacción de la guardia terminó por frustrar en un primer momento este ataque”, relataron.
No obstante, los guerrilleros se replegaron y dejaron más de cilindros bomba en la vía, cerca al acceso al casco urbano de la población caucana, lo que les permitió que llegaran más subversivos a la zona, que arreciaron los ataques contra los policías, que contaron con el apoyo de soldados para resistir el hostigamiento.
“Después de esta intervención de la guardia y las autoridades propias, más disidentes llegaron acá al pueblo para ya después volver atacar a los policías y soldados que permanecen en la estación, por eso tocó resguardarse por siempre son fuertes los ametrallamientos”, señalaron en el diario vallecaucano.
Por el momento las autoridades no se han pronunciado oficialmente por este nuevo ataque que se da en un clima de alta tensión en el país en materia de orden público, tras la grave situación de violencia en la región de Catatumbo (Norte de Santander), en la zona de frontera con Venezuela.
Tres civiles heridos y un presunto disidente muerto en combates
Más temprano, en medio de un operativo militar en la vereda La Primavera, situada en límites del municipio de López de Micay (Cauca) y Buenaventura (Valle del Cauca), se registraron intensos enfrentamientos entre el Ejército Nacional de Colombia y miembros del Frente Jaime Martínez, una facción armada liderada por alias Iván Mordisco. El saldo de los combates dejó tres civiles heridos y la muerte de un presunto integrante de este grupo ilegal.
En un intento por escapar de las tropas, los integrantes de la disidencia de la extinta guerrilla de las Farc dispararon indiscriminadamente contra la población civil que se encontraba cerca del lugar de los combates, lo que afectó a los civiles.
El Frente Jaime Martínez, señalado como responsable de los ataques, es una de las estructuras disidentes que surgieron tras la firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Farc en 2016. Este grupo ha sido vinculado a diversas actividades ilícitas, incluyendo el narcotráfico y la extorsión, que afectan gravemente la seguridad y el desarrollo de las comunidades en el Pacífico colombiano.
Durante el operativo, las tropas del Ejército Nacional lograron decomisar un arsenal que, según las autoridades, pertenecía al Frente Jaime Martínez, incluyendo armas de fuego, municiones y otros materiales utilizados por el grupo armado para sus actividades delictivas.
Los enfrentamientos entre las fuerzas del Estado y los grupos armados ilegales tienen un impacto directo en las comunidades que habitan estas regiones, generando un clima de inseguridad que dificulta el desarrollo social y económico de la región.
