Paddington en Perú: una aventura divertida y encantadora, con humor clásico y grandes actuaciones

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Paddington en Perú (Paddington in Peru, Reino Unido – Estados Unidos – Francia / 2024). Dirección: Dougal Wilson. Guion: Mark Burton, Jon Foster, James Lamont, basada en Paddington Bear, de Michael Bond. Fotografía: Erik Wilson. Edición: Úna Ní Dhonghaíle. Música: Dario Marianelli. Elenco: Ben Whishaw, Hugh Bonneville, Emily Mortimer, Olivia Colman, Antonio Banderas, Imelda Staunton. Calificación: Apta para todo público. Distribuidora: UIP. Duración: 106 minutos. Nuestra opinión: Buena.

Paddington en Perú es la tercera entrega de una serie de películas que tienen al encantador osito de sombrero rojo y montgomery azul como protagonista. El director Paul King encontró una fórmula exitosa para el primer film, Paddington, de 2014, que consistió en volver a una narrativa clásica, con un humor simple pero efectivo, una emotividad equilibrada y actuaciones brillantes, a cargo de grandes actores, con especial énfasis en los villanos. El éxito le valió al realizador una segunda oportunidad para superarse a sí mismo y lograr una verdadera obra maestra del cine familiar de este siglo, Paddington 2 (2017).

Estos precedentes tienen sus efectos en la recién estrenada continuación de la historia del osito convertido en ícono británico. Por un lado, la cima que alcanzó la segunda película pone una presión enorme sobre esta nueva entrega, que empalidece ante la inevitable comparación. Por el otro, aunque King continúa asociado al film mediante un crédito de producción ejecutiva y desarrollo de la historia, la dirección quedó en manos de Dougal Wilson, quien debuta en el largometraje, tras una larga experiencia como realizador de videos musicales y comerciales.

Wilson acepta la consigna y no se aleja demasiado del “estilo Paddington”, instaurado por King, consiguiendo dotar a la película de suficiente encanto y diversión. Paddington en Perú está inspirada por el cine de aventuras clásico y tiene mucho de ese humor físico, sencillo pero que puede resultar muy eficiente, conocido como slapstick, incluyendo una referencia directa a una de las escenas más famosas del gran Buster Keaton.

Por supuesto, para esta tercera película vuelven los actores que tanto hicieron por el éxito de las primeras dos. Hugh Boneville, Emily Mortimer, Julie Walters, Madeleine Harris y Samuel Joslin, interpretan a los miembros de la familia Brown, quienes encontraron al osito peruano en la estación de Paddington, en Londres, y lo adoptaron como parte del clan. Ben Whishaw e Imelda Staunton vuelven a aportar las voces de Paddington y la tía Lucy, respectivamente, pero se pierden en la versión doblada.

Paddington en Perú

La excusa para la aventura aparece cuando la monja directora del hogar para osos ancianos de Perú, le escribe a Paddington para decirle que su tía Lucy está actuando de forma muy rara y que lo extraña mucho. Los Brown, impulsados cada uno por sus propios conflictos, deciden acompañar al osito a visitar a su tía. Al llegar los recibe la madre superiora, que les informa que la osa ha desaparecido. Basta con ver la sonrisa enloquecida de Olivia Colman, quien interpreta a la monja con su habitual talento, para adivinar que hay mucho más detrás de la misteriosa desaparición de la tía Lucy.

La pesquisa del osito y la familia Brown los lleva a subirse al barco del capitán Hunter Cabot, encarnado por Antonio Banderas, y su hija (Carla Tous). Por supuesto, nada saldrá como lo planean y la aventura obligada transformará a los personajes en el sentido que más lo necesitaban.

En ese punto, Paddington en Perú, al igual que sucedía con las dos películas anteriores, se destaca por trabajar temas tan complejos como la familia elegida, la identidad y la inmigración, de una manera lo suficientemente explícita, pero sin dejar que se quede con el primer plano. A diferencia de muchas películas destinadas al público familiar actuales, incluso algunas de las mejores, aquí la aventura y la diversión están primero, mientras los temas y moralejas van filtrándose, entre los gags y los desafíos que la selva le impone a los protagonistas.

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